Si entender tu alma quieres, pierdes el tiempo, es ella tan ignota como lo será el universo siempre ... siempre somos tan "de dirac", tan infinitos en un sólo instante ...

Pero lo más importante, es tal vez lograr que el alma logre una razón de ser ... tan trivial como la de ser protagonista de una historia ... tan compleja como la de un coprotagonista ...

Si no piensa en la bella durmiente, en la blanca nieves ... y en sus principes azules ... ja ja ja ... cien años perdidos y una belleza perdida ... ahora bien miren la complejidad del ingnio de brujas, hadas y enanos ... eso si que es vida ...

Y en esa razón de ser tu alma reposará entretenida ... y tal vez con ella calmada y distraida tu encuentres tu verdadera razón de ser ...

Acaso algún co-personaje de estos cuentos fue Davinci ... si como en la película de la cenicienta, fue Bacon, fue Einstein, Carpentier, ...

Bueno, sólo pienso en que saber a qué vinimos nos da un norte y un hombre con norte es un hombre con camino y un hombre con camino es un hombre en construcción y un hombre en construcción ... quizás ... sea un hombre más feliz.

La parábola del eterno retorno

Creo que nosotros tenemos un reloj biológico y dos psíquicos. Los instintos son movidos por el biológico, la pulsión de vida y de muerte vienen de los síquicos. La pulsión de vida es la que conduce a la creación de lazos, al crecimiento, al enaltecimiento de mi yo. La pulsión de muerte es una pulsión de destrucción de lazos, a la destrucción de tierras cultivadas y a la destrucción de un yo. Las dos son necesarias para nacer y morir una y otra vez en vida. Lo importante es que las pulsiones se vivan de forma armónica en nuestro ser. Si la pulsión de vida gana, nos enfrascamos en un idealismo, a un tiempo, a un espacio ... hemos muerto. Si la pulsión de muerte gana, la compulsión repetitiva de destrucción(patrones autodestructivos) atentarán contra mi ser y mis seres queridos ... acelera la muerte física, el objetivo de la pulsión de muerte. Si ellas se quilibran la parábola del eterno retorno habita en nosotros y siempre nos plantearemos nuevas formas de vida, nuevos retos, nuevos enfoques ... probablemente nos encontramos en un siguiente nivel donde aún viviendo con estas pulsiones tendremos que afrontar nuevos impulsos secundarios. Vivimos y morimos cada día, para construir muchas veces necesitamos demoler. Aún así la pulsión de muerte debemos identificarla y controlarla, cambiando el acto de la repetición cuando este choque con la voluntad propia.

El Rinrín renacuajo

La vida y la muerte son una sóla, con dos pulsaciones distintas, que si no están sicronizadas, la pulsión de muerte se apodera de nosotros dejándonos en un estado de repetición compulsiva. Muchacho no salgas ... pulsión de vida ... insuficiente para ganarle a la frenética pulsión de muerte. Una pulsión de vida fuerte, pero tal vez insuficiente es la misma muerte ... don renacuajito mirando este asalto tomo su sombrero y abriendo la puerta ... se fue dando a todos noches muy felices. La repetición comulsiva ... y siguió saltando tan alto y a prisa que perdió el sombrero y rasgó la camisa ...

La pulsión de muerte lleva a la repetición compulsiva de actuares dañinos para nostros mismos y para quienes amamos. Pero ¿Qué es la pulsión de muerte? ¿De dónde viene? ¿Es buena o es mala o simplemente es? ¿Que papel juega la pulsión de vida? ¿Qué relación hay entre pulsión de muerte, pulsión de vida y felicidad?

Aquí doy inicio a esta tarea de descubrimiento aprovechando la capacidad que nos brinda la literatura.

Bienvenidos

En este blog colocaré mis cápsulas de psicoanálisis basado en las ideas de Freud y de obras y autores literarios. Mis primeros conejillos de indias: Rafael Pombo y Gabriel García Márquez.